Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece.
Más yo partiré soñando travesuras
-acaso multiplicar panes y peces-.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la revolución se venga abajo.
Que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio.
La necadad de asumir al enemigo.
La necedad de vivir sin tener precio.
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