miércoles, 24 de octubre de 2007

una revelación



La otra noche, en el concierto de Nacho Vegas y Christina Rosenvinge, me di cuenta de algo muy emocionante para mí. Fue mientras Christina cantaba, que Nacho se retiró un momento a buscar su cubata. Tornó cigarrillo en mano, fumando de un modo muy manierista podríamos decir, con su sombrero de cine negro, y una expresión en su rostro de vuelta de todo, bailando casi sin moverse, y entonces lo comprendí: por las venas de Nacho Vegas corría la sangre de Fassbinder. Fassbinder estaba vivo -sentí-. Revisé las letras que sin duda podría haber escrito Franz.

De hecho, estoy convencido de que algún día Nacho cantará "El amor es más frío que la muerte" y alguién le debatirá "No es más frío. Es más simple que el amor" y él espetará "No. Es más frío."

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