En la última película de los hermanos Dardenne, Cyril, el niño de la bicicleta, se agarra -literalmente- a Samantha. Más adelante le pregunta por qué le ayuda, y Samantha le responde "nose... tú me lo pediste".
Cyril la necesitaba, y ella se dejó agarrar. Cuando nos gusta una persona deberíamos agarrarnos a ella del modo en que Cyril se agarra a Samantha. No consigo pensar en una imagen más embrionaria del nacimiento del amor.
2 comentarios:
si!
aplícate el cuento
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