Entonces Gonzalo pensó que el cine no era más que un encuentro y que debíamos tratar de hallar en él una mirada que nos correspondiera, y ese pensamiento solitario, que aspira a volar lejos de este suelo, causó en mí una tristeza terrible -como cuando la Mama et la putain- porque aquella misma tarde había empezado a aceptar que quizá era invisible como le sucedía a la niña de aquella película de Buñuel.
No me juzguéis por escribir mis tristezas, soy de los que cuando buscan en el vino el recuerdo o el olvido, al no encontrarlo suficientemente completo para el gusto contemplan entonces el cielo a través del culo de la botella y pienso ¡Ah! la ciudad está de mi parte. Como ayer, que miles de personas tomaron las calles para celebrar nuestro encuentro.
No me juzguéis por escribir mis tristezas, soy de los que cuando buscan en el vino el recuerdo o el olvido, al no encontrarlo suficientemente completo para el gusto contemplan entonces el cielo a través del culo de la botella y pienso ¡Ah! la ciudad está de mi parte. Como ayer, que miles de personas tomaron las calles para celebrar nuestro encuentro.
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