sábado, 23 de noviembre de 2013

Se trataba de alargar un poco ese momento. Como Garrel aprendió de Godard a alargar lo bello. Como cuando regresó Marianne por primera vez y él la besaba mientras meaba. Como cuando fuimos al cine.

jueves, 21 de noviembre de 2013

ya no escuchamos la guitarra


pero creemos en la carne de la película
Y en esa otra realidad que es la de las palabras
A través de las cuales sueña Marianne
Cuando Sy le pregunta si fueron felices
Y el tiempo
-ahora sabemos que el tiempo se puede ver- es precioso.
Lo escribió Daney:
Mirar si no habíamos olvidado nada en el sótano, en las habitaciones que todavía huelen un poco a vida, antes que esta vida se nos escape totalmente.

domingo, 17 de noviembre de 2013

amor prohibido

Sueño a menudo contigo. La primera vez me dijiste que habías venido a verme, pero no me habías encontrado. Yo te entendí. El otro día me fijé en el espejo y me están creciendo los colmillos. Este invierno va a ser muy frío, he pensado en abrigarme mucho. Si Camarón no hubiese fumado y bebido no tendría esa voz. Tú me entiendes. Yo también te entendí cuando dijiste que la vida era un milagro. Dijiste que la vida era maravillosa, tantas luces dejaste encendidas. No paro de repetirlo. La casa está sucia, y no tenemos intención de limpiarla.

sábado, 16 de noviembre de 2013

14.11.13


¿Cuándo dejó el cine de necesitar al espectador? ¿Cuándo dejaron los espectadores de sentir desafiada su imaginación? Pienso en el sexo de Adele, en el sexo en Fassbinder. No es comparable. Pero me pregunto si el realismo no tendrá cogido al cine por el cuello.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Noviembre


Haremos películas en otoño, en invierno, en primavera y en verano. En ellas contaremos lo que nos sucede en el día a día. Haremos una película incluso para cada mes del año. Narraremos las cosas a las que no le damos importancia. Cosas como abrir una puerta, hacer una llamada de teléfono, teñirse el pelo de platino o perder estúpidamente un tren. ¿Y si? Empezaremos hablando de la lluvia, después de los relojes, y acabaremos hablando de la muerte. Después grabaremos en otras ciudades que nos gustan. Y en un barrio de clase obrera, y la titularemos Katzelmacher, y poca gente la verá. Así se llamará el supermercado alemán en el que trabaja la cajera a la que van a despedir. Su novio le animará a que se prostituya.  En el bar se reunirán tensos todos esos hombres y mujeres del 75 sin dinero. Todos bebiendo cerveza en la puerta y fumando abrigados. Todos los días parecerán el mismo, pero veremos las variaciones. Eso será cuando haga frío. Pero antes haremos dos películas tituladas igual. Una sobre el misterio de la virginidad, gente que desaparece y todas esas tontas ilusiones secretas que nos mueven. Y en la otra no sucederá nada. Se tratará de demostrar que el Sol, la Luna y las estrellas son exactamente del tamaño en que las vemos.