miércoles, 18 de junio de 2008

miércoles 18 de junio a las 20:41

Le conocí en su primer día de trabajo, en el bar-cafetería al que siempre íbamos y que nos gustaba por sus grandes cristaleras que nos dejaban observar todo lo que sucedía en la calle y porque cuando atardecía los rayos de sol se dejaban morir en las copas de vidrio de todo el local. Una de esas copas que nos sirvió de excusa cuando los dedos de su mano derecha buscaban rozarse con los míos. Y entonces una mirada, de esas en las que uno recuerda que el infinito existe porque lo puede ver en los ojos de la otra persona, y una medio sonrisa tan tímida que no se atreve a ser una sonrisa porque no encuentra las palabras. ¿Qué le dices a alguien que ya no te imaginas vivir sin él? No le dije nada.

Guiri me preguntó si me pasaba algo y le contesté que nada, que la luna estaba más llena y más cerca que nunca, que lo había escuchado este medio día en los informativos.

2 comentarios:

zaida dijo...

yo ya no me imagino vivir sin ti.

kandanar dijo...

me encanta tu manera de ver los bares, de entender las relaciones, tu manera de decir tantas cosas con tan poquito.