viernes, 1 de febrero de 2013

Es como un director de cine que tiene que hacer una película para poder continuar la vida.



Si me preguntasen hoy qué película salvaría de la desaparición del cine respondería que Las señoritas de Rochefort. Y que los psiquiatras deberían de recetar, antes que medicamentos, películas como esta. Y que la felicidad significa, entre otras cosas, vivir acorde a tus pulsaciones por segundo. Y que solo Jaques Demy podía atreverse a empalmar dos días sin una noche, y filmar la mayoría de las secuencias con la luz de las 12 del mediodía. Y filmar el valor de un gesto, al que tantas veces ha recurrido el cine, como si se filmase por primera vez.






Y que no hay mayor celebración del cine en color que la de una chica que se detiene delante de una pintura abstracta y le comenta a un marinero que el azul del lienzo le recuerda al azul de sus ojos, a lo que otro marinero le responde "Nos empeñamos en llamar a esa pintura abstracta, pero es falso, porque se parece a sus ojos."

Si me preguntasen hoy qué película salvaría de la desaparición del cine respondería que cuando desaparezca el cine siempre nos quedará la trompeta.

1 comentario:

esagranmentira dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=nK8JlTlhnjw