jueves, 6 de diciembre de 2007

El final merecido

Llego a Sabadell, son la una de la madrugada y me doy cuenda de que no me quedan cigarrillos. Salgo a callejear y por suerte encuentro un bar abierto. Me imagino en la barra a un hombre treinta años más triste que yo, y de nuevo callejeo solitario hacia mi habitación. Me sucede que, después de cada proyección, me siento siempre especialmente solo, y vacío. ¿Así que esto era todo?, me pregunto. Esta noche ha sido especialmente especial. Por las risas, las lágrimas y los abrazos sinceros, digo. Por poco lloro yo también, pero llevo así desde esta mañana, con mi madre. En realidad, desde hace más de un año que por poco lloro. Joder, empiezo a querer preocupantemente a esta gente.


3 comentarios:

truita dijo...

a mí me hicisteis llorar.
ya lo sabes.
y mi abrazo, aunque tanto tú como yo seamos algo fríos, fue de lo más sincero...

esta proyección fue especialmente especial también para mí. no me arrepiento de haber ido, es más, me alegro de haberlo hecho. y eso creo que es importante.


un beso
dante

zaida dijo...

yo me empiezo a preocupar, ya te lo dije, porque empiezo a pensar que te voy a echar de menos y mucho. el jueves pasado te sentí muy cerca. y todo me conmovió. yo también callejeé, por cierto, hasta llegar a mi casa.

zaida dijo...

y ahora, permítame un comentario frívolo.

http://www.basecine.net/peli.php?id=2316

:)


por cierto, la canción de julieta venegas era dime si tu quisieras bailar conmigooo